martes, 17 de junio de 2008

¿Qué características debe tener un profesor para ser un buen profesor?


Como mencione en la publicación anterior, autoevaluarnos es algo muy complejo y difícil de realizar ya que no existen parámetros visibles para dicho propósito, una forma de poder hacerlo es por medio de la comparación, y para aquel fin necesitamos un modelo que considerar. Cada uno de nosotros, que ha tenido la posibilidad de educarse, ha presenciado el paso de muchos maestros por su vida, algunos que preferimos no recordar o que realmente no recordamos porque no marcaron nada en nuestras existencias, pasaron sin pena, sin gloria y sin nada que decir. Otros, una minoría probablemente, dejaron algo en nosotros, no necesariamente un ejemplo a seguir, pero algo de ellos nos atrajo, sus expresiones, sus habilidades comunicativas y quizás hasta el desborde de pasión al hacer referencia a ello que consideran importante. Entonces ¿Qué es lo que hace a un profesor ser realmente bueno? De seguro existen un sin fin de respuestas a esta pregunta, tantas como personas deseen responderla.
Desde mi punto de vista las características que rodean a un buen maestro nacen absolutamente de el, de su forma de ver la vida, de si hace o no lo que le parece justo y lo que cree correcto, un buen maestro y también una buena persona es aquella que no oculta lo que siente, que se muestra tal cual como es, jamás intenta ser superior a los demás y menos demostrarle a todo el alumnado que es él el portador del saber absoluto. Un buen maestro siempre esta ocupado, no anda haciendo nada y sacándole el quite al trabajo, no busca delegar sus responsabilidades solo por que si, sino que siempre esta en planes de actualizarse y de dar mas de lo que puede, siempre espera entregarse por completo y establecer una relación con cada uno de sus estudiantes, preocupándose de ellos como personas, de sus penas, fortalezas y alegrías esta siempre pendiente de cómo ayudarlos a crecer como seres humanos y de facilitarles el conocimiento.
Creo que un buen maestro no es aquel que solo critica, que levanta su voz solo para avergonzar y descubrir las faltas de los demás, que la juventud esto y aquello, que ya nadie se preocupa por esto otro, en lugar de eso trata de identificar la raíz del problema y en que manera el puede contribuir a revertir la situación. Es por ello que creo que los mejores profesores que he tenido en mi vida son aquellos que eligieron ser profesores, que un día sintieron la vocación y acudieron al llamado sin importar lo ardua y difícil que es la tarea, y no aquellos que solo lo ven como un medio para ganarse la vida y a los estudiantes como un receptáculo vacío incapaz de sentir o de creer en algo o de tener una historia familiar quizás con obstáculos, altos y bajos y tantas otras cosas que se vive hoy en día en esta sociedad tan contaminada y defectuosa, de repente, un profesor debe detenerse, y es aquí otra característica principal, el hecho de detener las labores diarias, los minutos quizás destinados al descanso o el almuerzo y consultar con nuestros estudiantes ¿Qué es lo que esperan de la vida? ¿Qué es lo que encuentran correcto o incorrecto en nuestros sistemas educacionales? ¿Qué es lo que esperan de nosotros, los profesores, y de ellos mismos? ¿Qué es lo que los motiva a seguir, o ya nada los motiva? Y tantas otras cosas que podemos preguntar cuando se logra una interrelación humana que involucra ideas, sentimientos e incluso creencias.
Por eso estimados y estimadas, para mi un buen maestro no es tan solo aquel que es capaz de pararse delante de treinta o cuarenta alumnos con un discurso bonito y una lección muy bien preparada, no es aquel que maneja un sin fin de conocimientos científicos, históricos, lingüísticos o de lo que sea, un buen profesor es aquel capaz de darle vida a lo que sabe, de aferrarse a lo que cree y de sentirse persona y que logra hacer sentir a los que lo rodean como personas. Es cierto que todo profesional debe prepararse en su área, sino fuera así no existiría el orden que debe existir para que las sociedades funcionen en armonía, para que yo misma funcione en armonía y me sienta tranquila conmigo misma.
Dentro de sala de clases, el profesor debe manejar técnicas que de seguro aprendió durante su preparación pedagógica, no se puede pasar todo el semestre improvisando, sino que debe estar siempre bien preparado y dispuesto a que los estudiantes aprendan, para ello debe incentivar la duda y despertar su curiosidad, no darles todo en bandeja como he mencionado anteriormente, sino que ir construyendo el aprendizaje paso a paso y con la participación de los alumnos. Un maestro debe ganarse la confianza en el aula con su ejemplo dentro de esta y ver la manera de que sus clases sean lo mas didácticas e interesantes posible.
Según el Programa de Superación del Profesorado (PSP) el maestro debe desarrollarse en áreas distintas como son: en el aspecto interpersonal, tener vocación, ser mental y profesionalmente maduro y servir de modelo a sus estudiantes; en el aspecto profesional, dominar su área, mantenerse actualizado, tener conciencia de la responsabilidad de su profesión, o sea, cumplir con las normas mínimas de puntualidad, impartición de docencia, administración de exámenes, asignación y entrega de calificaciones, evaluar a tiempo con justicia y de acuerdo a los objetivos y contenidos del curso.



El mal profesor dice:
-Entrad en silencio en el aula, templo de la sabiduría suprema

El buen profesor dice:
-Salid bulliciosos al mundo, origen y destino de vuestra sabiduría.

Porque el mal profesor protege la mezquindad de su mente
tras los muros del poder y bajo el brillo engañoso de su toga,
en cambio el buen profesor rompe los muros que ocultan el horizonte
y hace brillar su honradez bajo el sol implacable de la verdad.

El mal profesor premia a los buenos alumnos
y castiga a los malos.

El buen profesor enseña a los alumnos a buscar
lo bueno y lo malo que anida en sus corazones

Porque el mal profesor juzga y examina desde la alta cátedra autoritaria,
en cambio el buen profesor enseña a valorar lo que aprendemos
y a conocer mejor nuestras posibilidades”.

Evelyn Muñoz



sábado, 7 de junio de 2008

¿Qué acciones concretas realizarías para verificar tu buen desempeño como educador?


Ante la idea de autoevaluarse siempre temblamos ¿no es así? Es realmente difícil crearse el hábito de reflexionar crítica y objetivamente acerca de cómo procedemos. Debo reconocer, y de seguro ustedes también, que son muy pocas las veces en las que nos autoevaluamos o nos detenemos a meditar de cómo estamos haciendo las cosas, generalmente son terceros los que se nos acercan para decirnos que algo está mal, en el caso de los maestros también son los alumnos quienes se dan cuenta de nuestras falencias y generalmente no se atreven a decirlas personalmente, sino, como todos ya sabemos, se burlan a nuestras espaldas. En realidad esto no es algo tan terrible, cada uno de nosotros lo ha hecho en su momento, no tan solo burlarnos sino que también reclamar en contra de los procedimientos y métodos que utilizan los maestro y las personas en general, que según nuestros criterios no corresponden.
Pienso que la mejor forma de evaluar mi desempeño como profesional es por medio de los estudiantes, ellos conviven con cada maestro a diario y observan cada una de sus fortalezas y debilidades, aprenden a medir y conocer sus reacciones y temperamentos, o como también suele decirse, sus mañas. Yo, como maestra, debo estar conciente de que el respeto de mis estudiantes hacia mi no viene de por hecho, ya que estudié cinco años en la universidad y tengo un titulo que así lo acredita, por sobre todo debo reconocer que soy un ser humano, con todos las falencias y logros que esto implica, por ende, debo mostrarme a los estudiantes tal como soy, una persona que, lo único que me diferencia de ellos es que tengo un poco mas recorrido, o años de experiencia. Es importante la sinceridad como persona y desde luego también para conseguir un buen desempeño profesional. No puedo andar por la vida intentando engañar a las personas, intentando hacerlas creer que soy una experta y que prácticamente vengo del cielo del conocimiento, las personas, por muy jóvenes que sean, no son tontas, y merecen respeto y ser tratadas con dignidad.
Entre los alumnos y el maestro, siempre se gesta una relación dinámica que tiene cierta dualidad. Por una parte ambos son personas que comparten los mismos derechos y responsabilidades, y por otra parte, el maestro cumple el rol de adulto, el cual debe guiar con su ejemplo al niño o joven, ya que este necesita modelos para formar su futuro como persona (ente pensante) y perspectiva de la vida, incluido también su futuro desarrollo como individuo social y profesional.
El desempeño de un profesor esta netamente ligado a como este se maneja en la sala de clases. Creo que estaré cumpliendo un buen rol, cuando sea capaz de captar el ritmo de mis estudiantes y darme cuenta de cómo estos están aprendiendo mas, verificar a través del dialogo sus logros, ya sea de un determinado contenido como también de sus habilidades para interpretar la realidad, o dicho de otra forma su crecimiento como personas. Mediré mis competencias al ver la motivación de cada alumno, y eso es un tema realmente complicado, la motivación. Lo ideal sería plantearse metas, verificar las dinámicas y recoger las opiniones del curso.
Siempre he querido ser profesora, desde que era muy pequeña existió en mi la motivación por compartir a otros lo que yo lograba alcanzar, de ser una “facilitadota” de conocimientos para mis amigos y compañeros. En esta ocasión seré un tanto arrogante, pero creo que nací con la potencialidad para ser una buena educadora, pero ahora estoy consiente de que eso no basta. Si bien es cierto que sin vocación nadie podría ejercer bien la difícil misión de educar, tampoco podría hacerlo sin las herramientas necesarias. Cada maestro necesita estar actualizado, invertir en su aprendizaje constantemente, ampliar sus horizontes y querer aprender cada día más. Un maestro necesita capacitarse constantemente, y es aquí en donde yo encuentro un pilar fundamental para lograr medir el desempeño de cada maestro, en su capacidad y necesidad de medir sus conocimientos y técnicas cada día, en saber aprovechar las oportunidades que se le presenten para seguir estudiando o realizar diversos cursos de capacitación en su área especifica como también en el área pedagógica, social y desde luego también psicológica, por que todos estos aspectos cambian con el tiempo y el maestro debe estar actualizado y siempre intentar estar un paso adelante (Raúl Cheix).
De seguro con los años, no tan solo mediré mi desempeño en las calificaciones que recoja de una evaluación. Para ese entonces, me interesaran más otras cosas. He escuchado que con los años aumenta el grado de introspección de las personas, y probablemente también me miraré más detenidamente y veré la forma en la que preparo mi clase, en las ganas y entusiasmo que pongo a esta labor, mediré mi entrega a la hora de compartir lo que he conseguido asimilar y mi interés por cada una de las personas que comparten el salón de clases conmigo.

martes, 27 de mayo de 2008

¿Cómo enseñar para que la diversidad de estudiantes presentes en una sala de clases aprenda?


Sin lugar a dudas, esta es una pregunta muy difícil de contestar. El rol, y también el sueño de cada uno de los maestros es lograr que sus pupilos aprendan, lograr una cercanía hacia cada uno de ellos, motivarlos y guiarlos. Pero todo esto súbitamente tiende a estar un poco alejado de la realidad. Dentro de una sala de clases es normal que nos encontremos con estudiantes que poseen, cada uno de ellos, su historia y contexto en particular. Debemos considerar sus creencias, sus nacionalidades sus antecedentes personales y familiares. Creo que también, hay que considerar las motivaciones de cada uno y sus experiencias de vida. Es muy difícil motivar a una persona a que siga estudiando o aprenda, cuando da por sentado que su vida no va hacia ningún lado y que las posibilidades de superación y crecimiento personal dadas por el medio social son casi nulas. Es muy difícil aprender con el estomago vacío. De seguro ustedes se imaginan hacia donde quiero llegar y omito mi opinión más personal con respecto al tema. Transmitir conocimientos, lo puede hacer cualquier persona, pero formar y educar, solo lo puede hacer una persona que lo sienta, que se involucre en muchos más aspectos que los netamente curriculares con sus estudiantes, aquellas personas que tienen la vocación de servicio social y desean, sinceramente llegar a las personas.
Me pregunto, ¿realmente todos los estudiantes aprenden una lección determinada en un mismo tiempo determinado y con una visión determinada? Lo más probable es que esto no ocurra así, pero la labor del profesor es hacer lo máximo posible para que esto resulte y sea una realidad.
El principal problema para que esto ocurra, creo que tiene que ver con un factor de tiempo y espacio. Es complicado llegar a tantas personas en un tiempo limitado y en ocasiones excesivamente programado, si lo vemos desde la generalidad de los típicos salones de nuestras escuelas, vemos que en escasas ocasiones nos encontramos con cursos inferiores a los treinta alumnos, con una media sobre los 35 estudiantes por salón y debemos considerar que cada uno de ellos posee un ritmo y un estilo de aprendizaje distinto. Es aquí donde quiero que centremos la atención, en como el maestro debe buscar la manera de educar a sus estudiantes. Esto puede ser de manera innata, en algunos casos, pero existen una serie de “manuales” que de todas formas nunca esta demás observar y ver qué es lo bueno que podemos rescatar de ellos.
Un ejemplo de esto es lo que expresa el marco teórico para la buena enseñanza, este nos plantea una serie de criterios, que, desde mi punto de vista son totalmente validos. Uno de los criterios de dicho marco, apunta hacia la forma de entregar los conocimientos y plantea que estas estrategias deben ser desafiantes, coherentes y significativas para los estudiantes. Como ustedes recordaran, en uno de los trabajos anteriores, se ha mencionado mucho el aprendizaje significativo. Aquel que es capaz de despertar cosas más allá que simple respuestas en las personas, el que es capaz de asociarse a vivencias y experiencias de nuestra vida diaria, afectiva y cognitiva, que motiva a cuestionarnos constantemente, a plantearnos cada día una nueva interrogante.
Planteé anteriormente, que uno de los principales problemas en este asunto es el tiempo. Por lo tanto cada educador debe tener claro que el tiempo es realmente escaso, por lo que tiene que optimizarlo al máximo organizándolo de acuerdo a los objetivos principales planteados con anterioridad, buscando directamente satisfacer las necesidades de aprendizaje de los estudiantes, para ello, los conceptos deben ser claros, precisos, bien estudiados y entregados de una manera sencilla, por decirlo de otra manera, al nivel de los estudiantes.
Cada uno de nosotros, futuros docentes, debemos tener en cuenta que somos profesionales y que debemos mantener un ejercicio responsable de nuestra profesión, estoy prácticamente segura que a la mayoría de los estudiantes, y en mi caso particular, una de las cosas que más me estimulas a aprender es encontrarme con un “modelo” de maestro preparado y actualizado, que entrega sus conocimientos con un cierto dejo de pasión y desenvoltura, que es capaz de centrar mi atención y que muestra su clase de una forma elaborada, donde la improvisación solo se utiliza cuando debe ser utilizada, y por cierto, que recuerde que trata con personas, que además son distintas.


sábado, 17 de mayo de 2008

¿Cuál es según tu opinión la forma mas justa de evaluar el desempeño de un estudiante?


Evaluación corresponde (según Facault) a las relaciones entre el saber y poder que se refieren a la práctica del exámen que permite, mediante una mirada normalizadora calificar, clasificar y castigar. De allí que sea el examen un procedimiento altamente ritualizado porque supone el despliegue del ejercicio de poder, disciplinando a los sujetos volviéndolos visibles. En otras palabras, el exámen, rodeado de todas las técnicas documentales, hace del individuo un caso que es por un lado objeto de conocimiento y por otro, presa para el poder.
Creo que constantemente en nuestra vida debemos tomar decisiones que a menudo son difíciles, elegir por ejemplo, es una cuestión que involucra demasiados aspectos para ser analizados a la ligera.
En cuanto a nuestro desempeño laboral, tampoco. He escuchado que cada trabajo tiene su parte desagradable, el mío, de seguro no será la excepción. El rol de profesor posee aspectos muy bellos y satisfactorios, lograr el aprendizaje en cada uno de nuestros estudiantes por comentar algo. Uno de los roles mas difíciles es el que involucra la evaluación. ¿Cómo evaluar de una manera igual a personas distintas? La evaluación debe ser contextualizada, no puede ser independiente de las circunstancias en las que se este aplicando.
Muchas veces las evaluaciones son injustas, estoy prácticamente segura de que en mas de una oportunidad todos hemos discutido por una calificación que, a nuestra percepción no merecíamos.
Es en este dilema en el que me encuentro, y muchos colegas o futuros colegas también, ¿Qué se debe evaluar? ¿Esfuerzo, desempeño, habilidad, memoria, simpatía? Una manera justa, vista desde mi visión parcial e inexperta, seria utilizar una mezcla de todas estas cosas. Quiero recalcar, que para mi la calificación no lo es todo, no representa lo que realmente se sabe, no nos representa como personas, solo es necesaria para medir. O por lo menos eso es lo que me han dicho toda mi vida, por que ahora que lo pienso de manera seria y tranquila, ¿qué se busca medir?
Quizás no se busca nada mas que lograr que todos seamos iguales, pero ¿que sirve?
Según Perez Gomez distingue dos paradigmas opuestos respecto al modo de comprender la evaluación:
a. Paradigma positivista: Asentado en una perspectiva cuantitativa, se concentra en la búsqueda de la objetividad apoyándose una metodología cuantitativa.
b. Paradigma alternativo: Descreyendo de la objetividad de la evaluación, extiende el marco de su análisis más allá de la observación de conductas manifiestas y resultados cortoplacistas, a los procesos de pensamiento, al análisis y a la interpretación.
Realmente no se como me desempeñare en un futuro que cada día veo mas próximo, pero de lo que si estoy segura es de que no me gustaría repetir aquellas cosas que se han repetido siempre, una canción que nunca termina, de la que solo se crean nuevas versiones. Espero no evaluar la memoria, ni mucho menos cosas que nunca se utilizaran, espero poder llevar la mente de mis estudiantes mucho mas, demostrarles que tienen un rol activo en lo que quieren aprender, y que no son el juguete de sus maestros o de los programas. Me gustaría evaluar aptitudes, sus capacidades para resolver los problemas, sus planteamientos.
Creo que no haría tan solo una prueba escrita para poner una nota al libro, cada evaluación debería tener más de un aspecto que evaluar. Por ultimo me gustaría que cada estudiante tuviera la posibilidad de debatir y proteger su nota, merecerla realmente, que pueda demostrar que tiene las competencias necesarias para ser un miembro que desempeñe un rol activo en esta sociedad, a la que le hace tanta falta personas que piensen y que hagan las cosas que hacen por que es su convicción y no las ideas de terceros.

martes, 6 de mayo de 2008

¿Cómo se aprende ciencias?


Quizás esto no sea tan sencillo de responder, sobre todo gracias a los descubrimientos que se han realizado en torno a los temas relacionados en esta área, como son por ejemplo las teorías de los distintos tipos de aprendizaje y la inteligencia múltiple, además de los diversos modelos psicopedagógicos. Deseo recordarle que algunos de los tipos de aprendizaje más significativos son el aprendizaje por descubrimiento, el aprendizaje por observación, el colaborativo y finalmente el memorístico.
La didáctica es una herramienta esencial para un correcto aprendizaje ya que es el arte del como enseñar. Actualmente se observa un desinterés y poca motivación de parte de los estudiantes para aprender. La raíz del problema, sin embargo, dista de ellos y creo que esta mas relacionada con el reflejo de nuestras propias sociedades de corte occidental. Me refiero a occidente, por que creo que responden a un patrón altamente pragmático y por sobre todo funcionalista. Los estudiantes y la gente en general, no quieren aprender más, por que no lo ven como algo necesario, ósea, tendemos a realizar cosas, solo por el aporte benéfico que estas pueden hacer en nosotros, surgiendo algo así como una relación de mercado, y esto obviamente no esta exento del ámbito del conocimiento. Tienden a captar nuestra atención aquellas cosas que son útiles o que creemos que son útiles. Otras de las cosas con las que debe luchar un maestro es con el agnosticismo generalizado en todas las áreas de nuestras sociedades, ¿cómo enseñar acerca de algo que no se puede ver y, al parecer no afecta en nuestra vida? Y es aquí en donde como mencionaba anteriormente la didáctica posee un rol fundamental, ya que es esta la herramienta principal del maestro para poder motivar a los estudiantes y que de esta manera pueda llegar a ellos un currículo claro y preciso. Muchas veces he mencionado por medio de estos ensayos que el maestro no solo debe enseñar conocimientos sino que también compartir experiencias de vida, y en este caso, creo que debemos ser también los encargados de derrocar los modelos pragmáticos y funcionalistas imperantes, ¿cómo? Por medio de nuestros discursos y por sobre todo con nuestro ejemplo, intentemos demostrar que aprendemos cosas nuevas, no por que cada una de estas nos sirva, sino por que nos gusta y por que queremos cada día alejarnos un poco mas de la ignorancia que daña y enceguece al hombre.
Las ciencias están implícitas en cada una de las áreas de nuestra vida, desde que somos formados en el vientre de nuestra madre, hasta que perecemos, en las cosas que comemos, en el aire que respiramos, en las interrelaciones que se gestan entre humano y naturaleza. Creo que el aprender ciencias nace desde que el primer humano comenzó a hacerse preguntas, a resolver problemas del diario vivir y comienza muy tempranamente en cada uno de nosotros, cuando observamos a nuestro alrededor y vimos las hojas caer desde los árboles, cuando inocentemente le preguntamos a nuestros padres ¿de donde vienen los bebes? Y así, de seguro usted se siente identificado, por que más de alguna vez se ha preguntado acerca de estos misterios de la vida.
Entonces, para aprender ciencias se debe partir por estimular esa aptitud innata de preguntarnos. Por ende el maestro no debe dar todas las respuestas, sino que llevar algunos problemas no resueltos a los alumnos para que estos puedan poner en acción lo que han aprendido hasta el momento. El maestro siempre debe abordar los temas de una forma interesante, investigar acerca de lo que va a exponer para darle un toque más de ciencia ficción, asociar los conocimientos, preparar dinámicas llamativas y que vayan también dirigidas a aquellos alumnos que aprenden de forma distinta a la mayoría.
El maestro siempre debe tener una actitud positiva. Me refiero a esto por que en algunas ocasiones he tenido maestros que simplemente se dan por vencidos y dicen “esto es demasiado difícil para ustedes” “intentémoslo otro día mejor” y esto lejos de motivar crea prejuicios acerca de las ciencias. Los profesores de ciencia tienden a complicar a sus estudiantes con respuestas alucinantes y palabras complicadas. De seguro esto lo hacen para sentirse bien consigo mismos.
La mejor forma de aprender ciencias es con ejemplos y prácticas sencillas, otra cosa es también motivar a nuestros alumnos a realizar y realizarse preguntas. Quiero compartir algo que leí con respecto a esto:
Una vez, un amigo le preguntó a Isidor I. Rabi, ganador del premio Nóbel de fisica,
"¿Por qué te convertiste en científico, en vez de en doctor, abogado u hombre de negocios como los otros niños inmigrantes de tu vecindario?" Rabi respondió:
"Mi madre me hizo científico sin realmente quererlo. Todas las otras madres judías en Brooklyn les preguntaban a sus hiyos después de la escuela: ‘Bien. . . ¿aprendiste algo hoy?'Pero mi madre no. Ella siempre me hacía una pregunta distinta. 'Izzy, ' me decía, '¿hiciste una buena pregunta hoy? ¡Esa diferencia, el hacer buenas preguntas, me convirtió en científico!"
Lego de hacernos preguntas acerca de algo, debemos observar, simplemente y detenidamente eso. Una vez que observemos un fenómeno, como e movimiento de la luna o el nacimiento de rosa, estamos en condiciones de comparar nuestras observaciones con las de otras personas o con otros fenómenos y obtener nuestras conclusiones. No importa si estas conclusiones no son correctas, para eso esta el maestro, para aclarar y resolver sus dudas, unificar sus conclusiones.
En resumen, creo que las ciencias se aprenden por medio de la praxis. Los niños, especialmente los pequeños, aprenden mejor la ciencia y entienden mejor las ideas científicas si se les permite investigar y experimentar. Este aprendizaje práctico de la ciencia también puede ayudar a los niños a pensar críticamente y a obtener confianza en su habilidad de resolver problemas. Algunos maestros de ciencias han explicado esto así:
"¿Qué motiva e interesa a niños pequeños? Las cosas que pueden ver, tocar, manipular, modificar; situaciones que les permiten descubrir lo que sucede; en suma, eventos y enigmas que pueden investigar, lo cual es el meollo de la ciencia."

sábado, 26 de abril de 2008

¿Qué significaparati enseñar didácticamente?

Para mi enseñar es entregar todo lo que uno pueda, o sea no tan solo los conocimientos, sino que todas aquellas experiencias que pueden enriquecer la vida de nuestros estudiantes.
La manera de hacerlo puede variar sin duda de un lugar a otro y con más razón de una persona a otra. De seguro que aquello que es didáctico para mi, puede no serlo para usted y viceversa. Por ejemplo, en mi época de liceana, algunos profesores, ya de una avanzada edad, pensaban que la mejor forma de trabajar era por medio del trabajo grupal, en donde se nos entregaba una guía de trabajo y contestábamos un cuestionario. Ello sin duda le parecía bien al profesor, pero ¿Qué ocurría con nosotras? Obviamente aprovechábamos aquella instancia para conversar y hacer cualquier otra cosa, lo mismo ocurría generalmente, con las disertaciones. Con esto no intento atacar a los profesores, por que creo que de todas formas es difícil salir de la rutina e inventar nuevas cosas.
Me referiré a la didáctica propiamente tal. La didáctica involucra todos aquellos aspectos de cómo enseñar, cosa que va variando y cambiando año tras año. En la didáctica confluye la inexorable relación que debe existir entre la teoría y la práctica es por ello que las clases y la enseñanzas no son estáticas, ni física ni mentalmente, debe existir un incesante cuestionamiento para nutrir la mente y posteriormente aplicar todo lo que nuestros estudiantes han aprendido por medio de la acción, de la manualidad o la verbalidad.
La didáctica debe articular tanto el componente explicativo como el normativo (y el utópico), lo cual se debe a la naturaleza de su objeto de estudio. Finalmente, observaremos que ciertos temas que se incluyen dentro de la didáctica, como el currículum o la metodología de la enseñanza pueden desplazar a la didáctica erosionando su legitimidad, dando ejemplo esto de la complejidad en la delimitación del campo de estudio de la didáctica.
Desde el punto de vista histórico, la didáctica evoluciona según la historia y los fines de cada país, pero en occidente tiene algunos nodos en común. El funcionalismo, por ejemplo, nos dice que la didáctica es concebida como un conjunto de normativas creadas al servicio de la optimización del aprendizaje, con un objetivo implícito de racionalidad técnica por cierto.
Quiero hacer una comparación con la perspectiva de racionalidad crítica de Habermas quien señala que “el capitalismo contribuyó a legitimar la dominación desde las relaciones de intercambio que operan en base al trabajo social. La sociedad sufrirá, a partir de ese momento, un proceso de modernización compulsivo en el que las estructuras tradicionales deberán subordinarse a una racionalidad instrumental-estratégica. Avanzará entonces la secularización” en este punto de vista las ciencias van asumiendo un rol particular y se ve sometida a la técnica. Y es este el punto que me interesa, especialmente como pedagoga del área de ciencias naturales. Me doy cuenta de que hemos limitado, entonces, el entendimiento humano, buscando solo aquéllas cosas funcionales y pragmáticas y estamos limitando las capacidades creativas de los estudiantes, ellos están perdiendo la capacidad de asombrarse, la capacidad de descubrir y soñar, por que le damos todos los conocimientos en bandeja y le decimos “esto sirve y esto no” “esto no sirve pero igual se lo vamos a enseñar” y ¿con que fin hacemos esto? Con el fin de enseñarle que ¿solo parte de los conocimientos son importantes? O ¿Qué no son capaces de entender otras cosas?
Tanto la didáctica como el currículo propiamente tal deben revertir esta condición de maquinas. Por lo que para mi enseñar didácticamente es abrir la mente y decirle a cada estudiante y a cada persona que nada esta dicho aun, ve y descúbrelo tu mismo.
Algunas cosas, que creo que pueden promover este autoaprendizaje son:
§ Primero que todo no dar todo en bandeja, que las clases no sean tan altamente expositivas.
§ Trazar un plan que indique claramente los objetivos, realizar esquemas, procedimientos experimentales y actividades visuales y manuales que lleven a los estudiantes a jugar, y posteriormente imaginar y comprobar que es lo que están aprendiendo.
§ Emplear recursos de estimulo inicial y mantener la atención e interés dando vivacidad y sabor realista a las explicaciones.
§ No quedarse estático en la pizarra ni aferrarce tan al pie de la letra al programa, utilizar un lenguaje fluido y explicaciones sencillas, cortas y precisas.
§ Incluir debates y estimular a que los alumnos se hagan preguntas y cuestionamientos, ayudarlos a resolver también aquellas preguntas.
Por supuesto, esto no es todo, pero para mi son aquellas cosas que hay que destacar.




martes, 15 de abril de 2008

¿Cómo promover un ambiente adecuado para el aprendizaje?





A simple vista esta es una pregunta con una muy sencilla respuesta, para la mayoría de las personas bastaría con mantener la disciplina en el aula, fluidez por parte del maestro y cierto grado de participación por parte de los alumnos. Curiosamente, aquellas preguntas que parecen ser simples, generalmente poseen respuesta amplia y no tan sencilla. Para comenzar me gustaría definir lo que es el aprendizaje, para la definición más clásica corresponde al proceso de adquirir conocimientos, habilidades, actitudes o valores a través del estudio, la experiencia o la enseñanza.
Hasta el momento no existe ningún grado de complicación, pero creo que el problema radica en cómo enseñar. Cuando pienso en esto me involucro inmediatamente a las teorías psicológicas del aprendizaje, las que se pueden dividir en una amplia definición, mencionare las más representativas según mi criterio.
La primera obedece al conductismo clásico. Los psicólogos conductistas describen el aprendizaje en función de los cambios observables en la conducta de un individuo. Estos cambios se logran por medio del refuerzo y lleva a la imitación de habilidades y por sobre todo conductas. Desde mi perspectiva este tipo de aprendizaje no es real ni mucho menos ideal para tratar con personas, es un método muy bueno para tratar con animales los que no deciden ni objetan en lo más mínimo.
La segunda de esta amplia clasificación obedece a las corrientes de carácter más humanista el que por sobre todo considera la dignidad de las personas, en este ámbito se toman en cuenta todas las experiencias que hacen posible el aprendizaje, Goleman por ejemplo propone un modelo de aprendizaje basándose en la distinción de las habilidades cognitivas y las aptitudes tanto personales como sociales.
Esta es una clasificación más amplia que considera que cada individuo es responsable de su aprendizaje. Me gustaría, dentro de este contexto también citar a Ausubel, quien nos plantea sus ideas de aprendizaje significativos "es el resultado de las interacción de los conocimientos previos y los conocimientos nuevos y de su adaptación al contexto, y que además va a ser funcional en determinado momento de la vida del individuo." Ósea que es imposible aprender sin establecer lazos o asociaciones con procesos anteriores en la vida del estudiante.
Hasta el momento, ¿sigue usted considerando el aprendizaje como simples palabras y respuestas? ¿Con cuál de todos estos enfoques se identifica?
Ahora, como pedagogos nos vemos enfrentados a entregar todos los conocimientos que manejamos y cumplir con nuestro principal objetivo, el que cada uno de nuestros alumnos logre aprender, no solamente materias y contenidos sino también valores como el respeto.
Pienso que un ambiente adecuado para el aprendizaje debe fundamentarse sobre la base del respeto mutuo. El respeto debe enseñarse como una materia más del programa.
También la resolución de conflictos mediante el dialogo y el establecimiento de un entorno libre de discriminación y prejuicios.
También debe existir preocupación por el entorno físico. Detalles como la limpieza, el orden e incluso la ornamentación de la sala pueden ser determinantes en el proceso de aprendizaje.
Pero hay otro aspecto fundamental que considerar, que cada persona es distinta, y que por lo tanto todos aprendemos de forma distinta. Esto me lleva a mencionarles las nuevas teorías las cuales se basan en los distintos estilos de aprendizaje. El término 'estilo de aprendizaje' se refiere al hecho de que cuando queremos aprender algo cada uno de nosotros utiliza su propio método o conjunto de estrategias. Esto es fácil de comprobar, por que de seguro, tanto ustedes como yo, nos hemos visto enfrentados o conocemos personas que aprenden de la forma más variada. Por ejemplo, existen personas que aprenden de forma kinésica, mientras que otras lo hacen en un campo netamente auditivo. Existe otra teoría que me llama mucho la atención y es la de las inteligencias múltiples de Howard Gardner. define la inteligencia como el conjunto de capacidades que nos permite resolver problemas o fabricar productos valiosos en nuestra cultura. Gardner define 8 grandes tipos de capacidades o inteligencias, según el contexto de producción la inteligencia lingüística, la inteligencia lógico-matemática, la inteligencia corporal kinestésica, la inteligencia musical, la inteligencia espacial, la inteligencia naturalista, la inteligencia interpersonal y la inteligencia intrapersonal.
Creo que por sobre todo, cada maestro debe informarse y elegir correctamente el sistema que permita de manera más eficiente el proceso de aprendizaje. Esto se consigue atendiendo a las necesidades particulares de cada clase y el ritmo que los alumnos manifiesten para aprender.